09. Voy a quitar del catálogo lo de leer la mente de las personas

Voy a quitar del catálogo lo de leer la mente de las personas, no ha dado el resultado esperado, era una petición que nos habían hecho desde tiempo atrás nuestros principales clientes, me refiero a esos de vida nocturna, a los que deambulan por los lugares oscuros y apartados en busca de saciar sus ansias de plasma. Lo de leer la mente al principio estaba bien, todos contentos porque oían los pensamientos de los demás, pero la petición se fue extendiendo hacia otros gremios y corporaciones administrativas, como ejemplo el gremio bancario, ellos no chupan la sangre en el sentido literal, hacen algo similar de manera más sutil pero igual de dolorosa

08. Ya tardan en volver para desenterrarme

Ya tardan en volver para desenterrarme, la broma creo que se les ha ido de las manos, “ya verás que risa cuando abran la tumba y vean que estás vivo” me decían entre efluvios etílicos. En las despedidas de soltero siempre se han gastado bromas sonadas, cuanto más bestia más gracia hace y se recuerda por más tiempo, “¿te acuerdas cuando enterramos a este la noche antes de su boda?”, eso es un recuerdo para toda la vida. No discuto que pueda tener su parte de gracia y que esta broma es difícil de superar, pero lo cierto es que ya empieza a faltarme el aire

07. El montoncito de arena

El montoncito de arena que se está formando a mis pies no me gusta nada, nunca había ocurrido, mi vista no alcanzaba siquiera a divisarla. Ha sido desde hace un tiempo que ha empezado a aparecer, justo desde el día aquel de los resplandores seguidos de un intenso calor que abrasó mi vestido, tostó mi cara y quemó mis pestañas, justo desde aquel día que el mar se retiró dejando al descubierto un inmenso arenal y volvió poco después con inusitada violencia. Desde entonces la arena ha ido subiendo hasta llegar a mi cintura, fueron ellos, los humanos, ahora esclavizados y enjaulados dominados por  simios, no tan pacíficos pero menos peligrosos

06. Le daré tiempo

Le daré tiempo, sobre todo no quisiera precipitarme y que se fuera al traste tanto esfuerzo, es difícil esperar, no es precisamente la paciencia una de mis cualidades sino todo lo contrario, pero hay veces que conviene aguardar, no tomar decisiones apresuradas, permitir que el tiempo pase y vaya colocando cada cosa en su lugar, si en este mundo hay algo justo es el paso del tiempo. Cuántas veces me he dicho “gracias a que no he hecho nada”, este caso es uno de esos que conviene esperar, me basta con dejar que el agua del lago haga su trabajo

05. Descansaré cuando me conteste que sí

Descansaré cuando me conteste que sí, mientras tanto permaneceré errante por este mundo tenebroso de sombras y tinieblas, de eternos días y noches interminables. Seguiré dejando caer alguna cosa a tu paso para llamar tu atención, para que sepas que sigo aquí, como el otro día, que empujé aquel jarrón que te regalé y al que tenías tanto aprecio, o el marco con una foto nuestra que nos hicimos en aquel viaje en el que tenías tanto empeño. Seguiré perturbando tu sueño, hasta que reconozcas que fuiste tú, fuiste tú quien me mató

 

04. Me está encantando clavarle agujas

Me está encantando clavarle agujas a este muñeco, no me canso, lo repito una y otra vez, tengo que buscar un lugar donde no esté todavía perforado. No me siento satisfecho y vuelvo a empezar. Lo hago con cuidado, minuciosamente, buscando el punto exacto donde insertar la aguja, el pobre tiene los brazos destrozados, también las piernas, el torso y la cara. No soy el único que lo agrede de esta manera tan cruel, sufre las punciones e incisiones de unos y otros, de torpes y hábiles, todos los que pasan por aquí lo machacan, duran poco los muñecos en las prácticas de enfermería

03. Estamos en paz

Estamos en paz, todo ha vuelto a su normalidad, los niños vuelven al colegio, los obreros a sus fábricas, los médicos a sus hospitales, cada cual ha vuelto a retomar su vida tal como era antes de la invasión, es cierto que ha costado mucho esfuerzo, mucho sacrificio, mucho sudor y muchas lágrimas, pero todas esas penalidades han servido para expulsarlos, para que se vayan, para haberles dado una lección que no olvidarán en generaciones. La próxima vez se lo pensarán dos veces antes de subirse a sus naves, cruzar la galaxia y venir a invadir un planeta pacífico como el nuestro