Estamos en paz, todo ha vuelto a su normalidad, los niños vuelven al colegio, los obreros a sus fábricas, los médicos a sus hospitales, cada cual ha vuelto a retomar su vida tal como era antes de la invasión, es cierto que ha costado mucho esfuerzo, mucho sacrificio, mucho sudor y muchas lágrimas, pero todas esas penalidades han servido para expulsarlos, para que se vayan, para haberles dado una lección que no olvidarán en generaciones. La próxima vez se lo pensarán dos veces antes de subirse a sus naves, cruzar la galaxia y venir a invadir un planeta pacífico como el nuestro
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